Noticias como esta se suceden cada vez más y contribuyen a crear gran alarma sobre los riesgos que corren los ínter nautas, especialmente los adolescentes y los menores en general. También hay reportajes como este que pueden ayudar a conocer el problema y cómo afrontarlo y no sólo generan preocupación. En él afortunadamente se ofrece una visión ajustada a la realidad de los adolescentes, en mi opinión; y es que en esa fachada indócil que la mayoría de ellos muestra al exterior, sobre todo dentro de su grupo, hay algunas ventanas por las que se pueden vislumbrar actitudes responsables, solidarias, respetuosas,… en muchísimos casos. Los que trabajáis con ellos los sabéis.
Por desgracia, disponer de mucha información no es suficiente para atajar el problema; pasa con otros riesgos que corren los adolescentes en relación con los accidentes de tráfico, consumo de alcohol y drogas, las relaciones sexuales, etc. La escasa o nula percepción de dichos riesgos les hace ir demasiado lejos en algunas situaciones en algunos momentos; todos hemos pasado por ahí. Por ello tiene sentido hacer esfuerzos de carácter preventivo, en coordinación con las familias preferiblemente. Y de paso contribuir a evitar que se idéntico Internet con una selva de maldad y peligros sin fin.
En relación con los más pequeños os recomiendo la lectura de este reportaje sobre la lacra de la pedofilia.
Un pequeño granito de arena en esta labor puede consistir en difundir consejos como los que incluye esta guía de uso seguro de Internet para las familias publicada por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía:
Hable siempre con sus hijos e hijas sobre lo que hace y encuentran en Internet.
Acuerde con sus hijos e hijas que nunca proporcionen información personal familiar: edad, dirección, nº DNI, teléfono, etc.
Tenga cuidado con el e-mail y los archivos adjuntos, cuando no conoce quién lo envía. Nunca abra correos sospechosos.
Muéstrese interesado por las amistades que sus hijos e hijas hacen online, especialmente en los sistemas de «Chat» y de mensajería instantánea.
Anime a sus hijos e hijas para que le informen de todo lo que les haga sentir incómodos, les desagrade u ofenda.
Evite páginas con contenidos nocivos o falsos. No crea todo lo que encuentra, vea o lea en Internet.
Mantenga un contacto permanente con el Centro Escolar, sobre el uso que sus hijos e hijas hacen de Internet.
No culpabilice a sus hijos e hijas sobre lo que ocurra en Internet, ni sea alarmista.
Acuerde un tiempo «generoso» para que sus hijos e hijas hagan uso de Internet, pero establezca un tiempo concreto de uso.
Acuerde un código familiar de uso de Internet.
Disfrute Internet con sus hijos e hijas.
martes, 12 de febrero de 2008
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